JAMUNDÍ: DESPUÉS DE LA TEMPESTAD, ¿VENDRÁ LA CALMA?

 

Reconciliación social y política, ¡YA!

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Los recientes problemas de orden público, que desencadenaron en el incendio de gran parte de las sedes de la Alcaldía y del Concejo, después de más de dos semanas de completa tranquilidad durante el desarrollo del paro, prendieron las alarmas de la dirigencia social y política, que claman por un cese inmediato de los enfrentamientos y agresiones verbales entre la Administración y los concejales. Líderes y dirigentes cívicos exhortan a la concordia para lograr objetivos solidarizados en beneficio del municipio.

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La tranquilidad ciudadana fue alterada en forma abrupta entre la noche del viernes 14 y la madruga del sábado 15 de mayo, cuando encapuchados enfurecidos violentaron las puertas principales de la Alcaldía y del Concejo, rompieron los ventanales, hurtaron computadores y otros utensilios de oficina y prendieron fuego a ambas edificaciones, en un hecho de vandalismo sólo comparable con lo sucedido en 1998, cuando la guerrilla del ELN redujo a cenizas la casa de gobierno de Jamundí.

Las primeras acciones se produjeron hacia las 6 de la tarde, después de que la mesas de negociaciones del comité de paro asentadas en el puente de Tecnoquímicas y en Terranova rompieron sus diálogos tras denunciar incumplimientos y desplantes del alcalde Andrés Felipe Ramírez.

Aunque los participantes en ambas concentraciones han negado su participación en los hechos violentos y bochornosos, y así se ha evidenciado en múltiples videos difundidos por las redes sociales, pues continuaron sus manifestaciones pacíficas, al centro de Jamundí comenzaron a llegar, pasadas las 7 de la noche, jóvenes extraños que se dedicaron a pintar cartulinas con letreros desafiantes y a vociferar coros de protesta.

Hacia las 10 de la noche, cuando en las afueras del Concejo se montó una barricada, se impidió el tránsito vehicular y se activaron fogatas, que luego se extendieron a la entrada de la Alcaldía, los manifestantes exigieron la presencia de varios concejales. Varios asistieron con la finalidad de exhortarlos para que la situación se mantuviera tranquila y en paz, tal y como había ocurrido durante dos semanas de apoyo al paro nacional. Sin embargo, otro grupo ataco a piedra la discoteca Blu y después lanzo piedras contra el Concejo, por lo cual quienes allí se encontraban tuvieron que huir asustados.

En adelante, oficialmente no se sabe qué sucedió. Lo cierto fue que alrededor de la 1 de la madruga la ciudadanía se despertó sobresaltada por el eco de explosiones y el ruido ensordecedor de un helicóptero de la Policía,mientras en redes sociales aparecían los primeros videos de la conflagración en las sedes de la Alcaldía y del Concejo y la llegada de un escuadrón  del Esmad al parque principal.

Y desde antes de las 6 de la mañana, el centro de la ciudad comenzó a llenarse de decenas de curiosos, de trabajadores de la Alcaldía y del Concejo, de visitantes aterrorizados. Los mensajes de rechazo, de sindicaciones, de lamentaciones y de conjeturas acerca del lamentable episodio invadieron Facebook y Twitter durante el sábado completo y con prolongación incierta.

Desde el gobierno se manejaron múltiples recriminaciones y acusaciones de culpabilidad, sobre todo a la clase dirigente de Jamundí durante los últimos 20 años; los políticos tradicionales condenaron el hecho; los líderes de barrio hicieron sus propias interpretaciones y hasta el Concejo, con la vocería de Fernando Calle, invitó a la Administración al diálogo y a construir en forma inmediata la reconciliación social y política de Jamundí.

                                  

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